26 enero, 2007

LA VIOLENCIA ABORTISTA Y LAS GRANDES COMPAÑÍAS FARMACÉUTICAS.



Padre Thomas J. Euteneuer

Presidente de HLI


En los círculos “políticamente correctos” de hoy en día no es aceptable decir que hay grandes conspiraciones que son responsables de los males del mundo. Sin embargo, la autoridad suprema de la Iglesia, el Papa Juan Pablo II, en su carta encíclica El Evangelio de la Vida (1995), analizó la aterradora corrupción de la cultura contemporánea, que ha recibido la ayuda y el apoyo de la “investigación” motivada por los intereses de la industria farmacéutica, y calificó el abominable desastre que ha causado de “conspiración [internacional] contra la vida”. Es posible que mucha gente que se siente confortable no esté dispuesta a enfrentar esta realidad, pero los que son provida y todas las personas de buena voluntad deberían estar preocupadas por estos intereses tan poderosos que se han confabulado contra la vida.



Por ejemplo, en 1997, cuando Mark Crutcher de la organización provida Life Dynamics, denunció la atroz venta de tejido de bebitos que habían sido abortados en los centros de matanza por medio de este procedimiento en EEUU, algunas personas se sintieron totalmente sorprendidas. Sin embargo, los intereses creados de los políticos y de las empresas conspiraron, para que el tema fuera apartado de la opinión pública, y según Life Dynamics, este execrable negocio continúa funcionando en nuestro país como si nada estuviera pasando.


Desde una perspectiva internacional, la situación en Europa Oriental nos presenta un vívido cuadro del depravado mundo en el que nos ha tocado vivir. En general, Europa Oriental es pobre y los gobiernos y la policía se corrompen fácilmente ante los cientos de millones de dólares que ante sus narices les presentan los “caníbales de la alta tecnología”. Me refiero a los gigantescos negocios farmacéuticos, de cosméticos y de trasplantes de órganos. Estas empresas requieren una enorme y creciente cantidad de tejido humano y de ovocitos para su investigación, sus procedimientos quirúrgicos y sus cosméticos. Como hay grandes sumas de dinero rápido y fácil de ganar, los individuos sin escrúpulos tienden a fluir hacia estas compañías para aprovecharse de la situación.


El año pasado [2006], nuestro director de investigación, aquí en HLI, Brian Clowes, PhD, escribió acerca del Instituto para la Medicina Regenerativa, en Barbados, donde las mujeres ricas de EEUU y el Reino Unido acuden para gastarse .000 en un “tratamiento” en el cual les inyectan en el cuerpo tejido licuado proveniente de bebitos abortados, para que se puedan sentir “refrescadas” y su apetito sexual sea realzado. El informe señaló qu el director del instituto era un “médico” ucraniano, cuyas nebulosas credenciales estaban plasmadas en estrafalarios diplomas colgados de la pared.



Pero ahora, nos hemos enterado de que la situación es peor de lo que pensábamos. El mes pasado [diciembre del 2006], la BBC de Londres dio a conocer que en los hospitales de maternidad en Ucrania están tomando a los bebitos recién nacidos de sus madres pobres y los están matando para obtener sus órganos. Un equipo de investigadores del Consejo de Europa encontró que los bebés habían sido completamente desmembrados y mutilados. Les habían arrancado sus órganos internos y sus extremidades y les habían extirpado sus cerebros. ¡Y todo ello lo habían hecho sin anestesia! Créame, es verdad. He visto con mis propios ojos el filme que muestra a las víctimas de esta atrocidad.



Pero ello no es todo. Europa Oriental y del Sur se han convertido en un círculo biológico de horror. A las mujeres rumanas se les incita a que donen sus ovocitos a cambio de una suma de dinero equivalente al salario de un mes. Luego, prácticamente las esclavizan, les hacen ingerir potentes fármacos y les sacan sus ovocitos una y otra vez, hasta que quedan paralíticas. En Atenas también, la policía cerró recientemente una operación donde obligaban a las mujeres de cierto pertil físico a prostituirse. Luego sus hijos eran entregados a personas ricas del mundo occidental.



A los que hemos estado luchando contra la “cultura” de la muerte, estas atrocidades no nos sorprenden. Nuestras sociedades han estado resbalando poco a poco por la pendiente moral, hasta que ahora, parece ser, han tocado fondo, y el mal se está difundiendo.



A veces los que creen en teorías de conspiración tienen razón. Pero ante estos ataques coordinados y a gran escala contra la vida, ¡no perdamos la esperanza! Nuestra respuesta a este o a cualquier otro mal siempre es la misma: juntos actuamos siguiendo los verdaderos principios, oramos y ayunamos. Nuestro Señor dijo que estas son las únicas cosas que expulsan a los demonios que se encuentran profundamente arraigados. De manera que lanzamos un llamado a todas las personas de buena voluntad para que se unan y ofrescan sus oraciones y sacrificios, para la protección de la vida ante los males que, por todos lados, la amenazan.



Traducción del artículo original “Pro-Choice Violence and Big Pharmaceutical”, Spirit and Life, Human Life International e-Newsletter, 12 de enero del 2007, Vol. 1, No. 50. http://www.hli.org/sl_2007-01-12.html.